En mi opinión, tener un profundo entendimiento del proyecto y del cliente es fundamental desde el principio. En esta etapa, se deben establecer los objetivos del proyecto y las especificaciones funcionales, conocer a los competidores, al público objetivo, y realizar investigaciones para encontrar una combinación precisa entre Tipografía, Color, Composición, Movimiento y los elementos de la marca. Para mí, este proceso es la base para resolver problemas y descubrir la dirección adecuada para un diseño funcional.
Después de recopilar información y establecer el tono adecuados en la etapa de investigación, mi misión en este punto es conectar los puntos y crear varias versiones para encontrar el diseño adecuado. Mi objetivo siempre se trata de crear una experiencia que no solo resalte las características de cada proyecto, sino que también sea elegante y brinde resultados satisfactorios. Me aseguro de trabajar codo a codo con los clientes y usuarios para obtener retroalimentación e información útil para la evolución.
Una vez establecidos los parámetros con los cuales vamos a trabajar, iniciamos el proceso de diseño. La concepción actual del diseño no se limita a la creación y ejecución de una solución gráfica. Me gusta abordar el diseño desde una óptica más amplia y lo entiendo como un proceso estructurado, elaborado y dinámico para el desarrollo de soluciones a problemas.
Después del lanzamiento, se realiza un seguimiento del desempeño del producto en el mercado. Se recopila información sobre la satisfacción del cliente, las ventas y los comentarios del mercado. Este feedback es crucial para realizar mejoras continuas en el producto. Se pueden realizar ajustes en el diseño, las características o incluso en la estrategia de marketing en función de los resultados obtenidos. El objetivo es mantener la competitividad y adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado a lo largo del ciclo de vida del producto.